Una vez más los peruanos estamos llamados a votar, esta vez crece más que nunca la incredulidad por elegir a quien gobernara los próximos 5 años el Perú llevándole al éxito o al fracaso, normalmente siempre se dice que somos de fracaso y que no cambiamos nuestra forma de ver el mundo, en parte es verdad. Hoy existe una disputa doctrinaria de como debe ser el Perú, se debaten los pensamientos entre un capitalismo exagerado (mega inversiones que son incapaces de apostar por los servicios básicos de la población) y un pensamiento radical donde solo vale ser pequeño, de piel cobriza y cabellos estirados (el resto no se sabe donde encajamos en esta idea cuadrada), luego esta el pensamiento de leve calma (centro), donde los candidatos estan firmando compromisos pos electorales, pero nadie dice nada de como se debe gestionar el Perú. Finalmente el partido de la estrella se apago esta vez con su no participación un hecho saludable y a la vez lamentable, aquel hombre genial capaz de inculcar una fe, de mover masas de motivar conciencias que fueron capaces de enfrentar ha bombardeos y ráfagas de bala por defender la libertad, a desaparecido de la conciencia de todo aquello por lo cual defendió, se ha reemplazado la vocación de servicio por la vocación a servirse, siendo los actuales representantes (por cierto no esta al nivel moral que se exige), del partido de la estrella imputados en rocambolescas historias "policíacas" investigados hasta la saciedad. El caos pasa por perder los valores, la ética y la moral, hoy solo queda esperar que alguien realmente quiera ser participe de la historia del cambio del Perú, ¿quien sera?.
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